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SISTEMAS DEFENSIVOS

Como todos los seres vivos, las tarántulas Theraphosidae han desarrollado diferentes maneras de defenderse de sus enemigos y adversarios.

Las especies del género Poecilotheria son unas de las más defensivas.

SISTEMAS DE DEFENSA DE LAS TARÁNTULAS
Frente a una amenaza, como puede ser nuestra mano, una tarántula dispone de varios recursos defensivos, que los utiliza sabiamente, es decir, procurando salirse airosa (máximo beneficio) con el menor gasto energético posible (mínimo coste), si bien depende mucho de la especie, porque no todas disponen de los mismos recursos. En todo caso, la mordedura con inyección de veneno (viable en todas las especies) es siempre, sin excepción, el último de todos los recursos.

RECURSO PRIMERO: LA HUIDA
Cualquier animal prefiere huir antes que luchar, porque luchar implica arriesgarse, y es una estupidez correr riesgos innecesarios. La huida es más segura, pero a veces no es posible. Si el animal, en este caso la tarántula, no puede escapar, entonces recurrirá a otros medios.

RECURSO SEGUNDO: POSTURA INTIMIDATORIA
Postura intimidatoria de Theraphosa blondi, y seguidamente detalle de los colmillos


La típica postura defensiva de una tarántula es alzar su par de patas delanteras y los pedipalpos, y mostrar los quelíceros.
Según la especie, la tarántula puede añadir elementos dirigidos a incrementar el efecto disuasorio de la postura defensiva. Estos elementos puede ser de tipo visual (exhibir alguna coloración llamativa, a modo de advertencia, llamada "coloración aposemática") o de tipo acústico (estridulación, un sonido que emiten las tarántulas frotando distintas partes de su cuerpo).
Un ejemplo de coloración aposemática lo ofrecen las especies del género Poecilotheria: ellas tienen franjas negras y amarillas en la parte ventral de sus patas delanteras, y la araña las muestra cuando se ve amenazada.

Poecilotheria ornata muestra los colores brillantes de sus patas delanteras.

Coloración aposemática de una Poecilotheria; cada especie del género tiene un diseño diferente, aunque parecido, de esta coloración que permite su identificación.

Los colores amarillo y negro están fuertamente contrastados y los emplean muchas especies de animales venenosos sin ningún parentesco entre sí: la avispa, la salamandra común europea, ranitas del género Dendrobates (D. leucomelas), y algunas serpientes como Bungarus fasciatus. Las arañas Poecilotheria también.

La estridulación también va en la línea de intimidar al enemigo; Pelinobius muticus es un buen ejemplo de ello, pero hay muchos más.
La estridulación puede definirse como un ruido generado por la frotación de dos partes del cuerpo. La estridulación juega un papel importante no sólo en la defensa del animal, sino también en términos de comunicación y reproducción. Las especies Theraphosidae se encuentran entre las arañas más activas en el empleo de la estridulación como sistema defensivo, con diversidad de volumen y de sonidos. El ruido generado por la estridulación es audible por el oído humano.

RECURSO TERCERO: PELOS URTICANTES
Este excelente sistema defensivo es exclusivo de las tarántulas de América, y tampoco de todas (por ejemplo las Tapinauchenius sp. no), pero sí de la gran mayoría.
Los pelos urticantes están todos concentrados en la parte dorsal del opistosoma o abdomen, y tienen una naturaleza diferente a la de los otros pelos. Para empezar son microscópicos, miden entre 0,06 y 1,5 milímetros, y además están siempre barbados. Los hay de varios tipos, pero todos tienen el mismo fin: causar cierta urticaria en el adversario.
Lasiodora striatipes no duda en emplear los pelos urticantes de su opistosoma cuando se cree en peligro

Los pelos urticantes son tan efectivos que algunas tarántulas los emplean, no como tercer recurso, sino como el segundo, y casi el primero, hacen cierto abuso de él, así es el caso de la tarántula brasileña Nhandu chromatus.
Para el ser humano, los efectos suelen ser muy leves, pero hay que ir también con cierto cuidado con ellos, sobretodo si se sabe que uno tiene cierta hipersensibilidad o padece alergias. Además hay especies que tienen pelos urticantes particularmente dañinos, como es el caso de Theraphosa blondi.
En los casos más graves los pelos urticantes podrían generar ciertas dificultades respiratorias, pero es raro que llegue a pasar. Lo mejor en todo caso es no molestar a las tarántulas.
La tarántula puede lanzar los pelos urticantes de su opistosoma como minúsculos proyectiles, frotando con mucha rapidez sus dos patas traseras contra la superficie dorsal del abdomen, donde los pelos están alojados (que los del tipo más pequeño pueden llegar a una densidad de 10.000 por milímetro cuadrado).

Las tarántulas de Asia, África y Oceanía carecen de pelos urticantes, así que en caso de amenaza son más proclives a morder (siguiente recurso defensivo), por eso se dice que en general son ellas más peligrosas.

ÚLTIMO RECURSO: CLAVADO DE COLMILLOS
La última alternativa de la tarántula es morder, porque hacerlo le supone el contacto físico con el enemigo y esto, ya lo dije antes, implica riesgo. Tras morder, lo más probable es que el animalito salga corriendo sin esperar represalias.
Los negros colmillos de una araña babuino dorada, Pterinochilus murinus

Teniendo en cuenta que técnicamente toda tarántula es venenosa, morder puede significar inyectar veneno, si bien felizmente muchas mordeduras son "secas", o sea sin inoculación de veneno, por eso muchas personas que han sido mordidas por tarántulas, incluso catalogadas de "peligrosas", no han sufrido síntomas de envenenamiento, si bien el dolor de la mordedura misma, por el solo efecto mecánico de los colmillos que se clavan en la piel, ya resulta traumático.
No se sabe con certeza porqué se dan a veces mordeduras "secas" (que, por lo demás, tampoco son exclusivas de las tarántulas, pues otros animales como escorpiones y serpientes también las llevan a cabo). Pueden deberse, al menos un porcentaje de ellas, a fallos en el mecanismo de inoculación, pero es muy posible que algunas de estas mordeduras sin inyección de veneno sean realizadas a voluntad por el animal con el fin de evitar (mal)gastar veneno.

EL CARÁCTER DE LAS TARÁNTULAS
A la hora de defenderse, cada especie de tarántula es un mundo. Las hay tranquilas, dóciles, de movimientos poco rápidos, como las tarántulas chilenas (género Grammostola), mientras otras son nerviosas pero igualmente inofensivas (Avicularia sp.), o bien muy defensivas ya desde el primer momento. En general, las especies arborícolas (Poecilotheria, Heteroscodra, Stromatopelma, algunas Lampropelma) son más rápidas en sus movimientos, y más proclives a la adopción de actitudes defensivas a la mínima señal de alarma.

En este sentido pueden clasificarse los géneros según el carácter de sus representantes, exactamente así (géneros más conocidos):

AGRESIVAS Y MUY RÁPIDAS
Ceratogyrus, Chilobrachys, Ephebopus, Haplopelma, Harpactira, Harpactirella, Heteroscodra, Hysterocrates, Idiothele, Ornicthoctonus, Phormictopus, Poecilotheria, Pterinochilus, Selenocosmia, Stromatopelma.

AGRESIVAS Y MEDIANAMENTE RÁPIDAS
Monocentropus, Nhandu, Pamphobeteus, Pelinobius, Sericopelma, Theraphosa, y Vitalius.

NERVIOSAS Y RÁPIDAS
Avicularia, Heterothele, Holothele, Psalmopoeus, Tapinauchenius, Xenesthis.

NERVIOSAS Y MEDIANAMENTE RÁPIDAS
Acanthoscurria, Ami, Aphonopelma, Chromatopelma, Lasiodora, Megaphobema, Plesiopelma, Thrixopelma.

DÓCILES Y MODERADAMENTE RÁPIDAS
Brachypelma, Cyclosternum, Cyriocosmus, Grammostola, Mapalopus, Metriopelma.

DÓCILES Y LENTAS
Bumba.